Los edificios construidos con anterioridad a la Norma Básica de Edificación sobre Condiciones Térmicas de los Edificios, de 1979, no tienen una protección térmica adecuada. Es decir, no cuentan aislamiento térmico. Estos edificios tiene un consumo muy alto de energía, tanto de calefacción en invierno, como de aire acondicionado (luz) en verano.
Solución para ahorrar con aislamiento térmico
La mejor opción para solucionar estas fugas de energía es el Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE).
De esta forma:
- Se mejoran los puentes térmicos
- No se reduce la superficie útil de ninguna vivienda ni zona común
- No se interfiere en la vida de los vecinos de la comunidad
Ahorrar con el aislamiento térmico exterior es una realidad: un consumo de energía de entre un 24% y un 46% menos.
¿De qué dependerá el ahorro de energía?
Hay que tener en cuenta que, una vez instalado el SATE, el ahorro de energía dependerá de:
- El espesor del aislante: a mayor espesor, mayor será el aislamiento y, por tanto, el ahorro.
- Calidad del aislante: cuanto mejor sea el aislante, mayor será el ahorro.
- Acabado exterior: cuanto mejor sea el acabado, mayor será el ahorro energético.
¿Cuál sería el ahorro energético por vivienda?
Los importes de ahorro pueden variar mucho en función del edificio: su tamaño, fecha y materiales de construcción, del aislamiento elegido, etc. En cualquier caso, vamos a ver un ejemplo de vivienda de unos 90 metros cuadrados. En el primer supuesto, vemos el gasto antes de aplicar el SATE a la fachada. En el segundo, el ahorro medio obtenido.
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